Los sesgos son atajos que toma el cerebro para sortear decisiones complicadas o difíciles. Pueden tener una enorme repercusión en sus decisiones cotidianas. Aunque esto no suele ser un gran problema, sus prejuicios pueden estar impidiéndole tener éxito en el trading.
El cerebro humano quiere conservar energía y, para ello, tomará atajos para evitar la sobrecarga sensorial. Estos atajos no suelen ser más que decisiones mentales rápidas o atajos conocidos como “heurísticos”. El verdadero problema es que normalmente no somos conscientes de que tenemos esos prejuicios. Debemos esforzarnos y desafiarnos constantemente para contrarrestar los efectos adversos que los sesgos heurísticos tienen en nuestro comercio y en todo lo demás.
Aunque existen muchas formas de sesgos, vamos a centrarnos en dos que tienen un efecto desproporcionado en el éxito de sus operaciones. Para ello, debemos centrarnos en cognitivo y emocional sesgos. Estos sesgos se estudian en el campo de la psicología. Más recientemente, también se han estudiado en economía y en la nueva y valiosa área de las finanzas conductuales.
Después de observar los efectos de estos sesgos en mis operaciones y en las de mis colegas, me di cuenta de que siete sesgos clave tienen una influencia desproporcionada en las operaciones de una persona. A medida que siga leyendo, intente preguntarse cómo pueden haber influido estos prejuicios en sus operaciones. A continuación, piense en cómo puede evitar que afecten a sus operaciones futuras.
1. Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación hace que busquemos información que concuerde con lo que ya creemos y despreciemos la que sugiere lo contrario. Pregúntese: “¿Cuántas veces he colocado una operación y luego me he sentado a ver cómo se volvía en mi contra?”. Esto ocurre de vez en cuando, pero cuando ocurre, ¿dónde encontrar información sobre por qué ocurre? ¿Busca consejos de “expertos” que le digan que siempre ha estado en lo cierto?
Un colega me dijo una vez: “Hace muchos años, cuando empecé a operar, hice una gran operación con petróleo. En retrospectiva, no sabía lo que estaba haciendo y la operación era demasiado grande para mi cuenta. Cometí algunos errores de principiante, como teclear frenéticamente “petróleo” en Google en busca de cualquier razón que apoyara mi opinión original de que el precio del petróleo subiría. Y he aquí que había bancos de inversión que proporcionaban información que coincidía con mi valoración inicial. Hablaban de una escasez de oferta en el mercado, lo que explicaba que el petróleo subiría con toda seguridad. Eran las 2 de la madrugada cuando vi peligrar toda mi cuenta. Este valioso consejo que busqué me ayudó a conciliar el sueño”.
Por supuesto, nada de esto era beneficioso. Mi colega decidió taimadamente no hacer clic en ningún artículo que pudiera decirles que estaban equivocados. Sólo buscaban la información que querían oír o ver.
2. El efecto dotación / Falacia del coste hundido
El efecto de dotación es un estado psicológico en el que se entra cuando se posee algo durante mucho tiempo. Efectivamente, esto significa que tendemos a valorar más algo después de haberlo retenido durante algún tiempo.
Este “ efecto dotación ” ha sido objeto de numerosos estudios. Los estudios y experimentos concluyeron que tememos tanto perder lo que poseemos que damos un valor anormalmente alto a lo que poseemos.
Nuestra aversión a las pérdidas puede influir considerablemente en nuestro éxito comercial. Por ejemplo, imagine que realiza una operación en EUR-USD, con un objetivo de beneficio o pérdida de sólo 50 pips. Entonces, cuando el comercio empieza a ir en nuestra contra, ¿qué es lo primero que solemos hacer? Mover nuestro stop loss más lejos porque “simplemente sabemos que se va a dar la vuelta”. Nos contamos historias como: “El euro está barato aquí; ya se recuperará”.
En este punto, nuestro compromiso con este comercio ha hecho que permitamos que se convierta en un coste hundido. Lo valoramos más porque es nuestro y porque ya hemos invertido en él.
3. Heurística de disponibilidad
El “sesgo de recuerdo” o “efecto de recuerdo” nos dice que nuestra experiencia reciente puede convertirse en la referencia de lo que ocurrirá en el futuro. Al fin y al cabo, a la mente humana le gusta la coherencia y la previsibilidad.
Puede convertirse en víctima de esta forma de sesgo debido a un rendimiento comercial sólido reciente, como una victoria o una pérdida reciente que le afecte mucho. También puede provenir de una noticia o información que hayamos escuchado recientemente y que nos sirva de base para tomar una decisión.
Por ejemplo, imagina que te doy una lista de artículos de la compra y luego te pido que la recuerdes. Lo más probable es que sólo recuerde las cosas que están al final de la lista. Esta forma de parcialidad puede tener consecuencias peligrosas para nosotros como operadores. Socava nuestra capacidad de tomar una decisión objetiva sobre una operación. Esto se debe a que tendemos a centrarnos demasiado en nuestra operación más reciente o en la información que encontramos como barómetro de cómo irá la siguiente operación.
También tendemos al miedo a perdernos algo. Con esta nueva información, ¡sentimos que debemos poner algo en marcha!
Entonces, ¿cómo superar este sesgo? Por difícil que sea, debes pararte a contar hasta tres y hacerte algunas preguntas:
- “Why am I making this trade?”
- “Does it fit in with what I know?”
- “What am I missing here?”
- “Could there be a bias at play affecting my decision making?”
- “How can I look at this objectively rather than emotionally and not let my recent trades/ideas affect my judgment?”
4. La falacia del jugador
La falacia del jugador aparece cuando creemos que los acontecimientos anteriores alteran las probabilidades futuras. Este efecto se conoce como “falacia del jugador” debido al comportamiento que se observa a menudo en un casino. Imagínese una ruleta: cada vez que se juega, la bola cae repetidamente en negro. Los espectadores ven que esto ocurre y piensan: “es imposible que vuelva a caer en negro”, y proceden a apostar en su contra.
Como comerciantes y seres humanos, tendemos a creer que si algo sucede varias veces, no podría volver a suceder. Por tanto, ignoramos la probabilidad simple.
Como ejemplo, un poco más cerca de casa, digamos que el S&P500 ha subido durante cinco días seguidos. Así pues, realizamos una operación creyendo que “debe estar a punto de corregirse”, sólo para ver cómo el índice repunta por sexto día consecutivo.
Si quiere combatir este sesgo, es esencial que se fije en los factores originales que le hicieron interesarse por el comercio.
5. El Efecto Bandwagon
El “efecto bandwagon” describe nuestra inclinación a hacer o creer cosas sólo porque otros hacen o piensan lo mismo. También conocido como “pensamiento de grupo” o “comportamiento de rebaño”, puede provocar una grave resaca comercial. Durante tu resaca de trading, te haces preguntas como “¿por qué demonios me puse anoche largo en el EUR-CHF?”.
Un ejemplo reciente de este efecto fue la primera subida de tipos de la Reserva Federal desde 2008 en diciembre de 2015. Tras el acontecimiento, los comentaristas y gestores de fondos encuestados por Bank of America-Merrill Lynch afirmaron que “la compra de dólares estadounidenses fue la mayor operación unilateral de 2016”. La mayoría de los encuestados creyeron en el consenso general del mercado de que, como la Reserva Federal dijo que esperaba cuatro subidas de tipos en 2016, el dólar seguramente subiría.
Seguir ese largo comercio en USD habría llevado al desastre. De hecho, el USD-JPY cayó de 121 a 101 puntos, ¡una impresionante caída de 2000 pips desde diciembre! ¡Cuidado con esos bandwagons!
6. Sesgo retrospectivo
Todo es más evidente a posteriori. También se podría llamar a este sesgo el efecto “lo sabía desde el principio”. ¿Cuántas veces has oído a alguien decir esas palabras en la vida, y mucho menos en el comercio? Tendemos a creer que el inicio de un acontecimiento pasado era totalmente predecible y obvio, aunque no pudiéramos predecirlo durante el acontecimiento.
Debido a otro sesgo llamado “sesgo narrativo”, tendemos a asignar una narrativa o una “historia” a un acontecimiento que nos permite creer que los acontecimientos son predecibles. Nos gusta pensar que de alguna manera podemos predecir o controlar el futuro. Nos permite dar sentido al mundo que nos rodea. Ahora es habitual encontrar historias de quienes predijeron a posteriori la gran recesión y la burbuja inmobiliaria estadounidense. Se convierten en leyendas u “oráculos” a los que la gente acude en el futuro en busca de consejo, creyendo que volverán a ser capaces de prever cualquier turbulencia futura.
Es esencial vigilar este sesgo. El sesgo retrospectivo nos lleva quizá a una de las mentalidades más peligrosas: el exceso de confianza.
7. El sesgo del exceso de confianza
El sesgo de exceso de confianza es nuestro sesgo final y uno que suele estar menos oculto que los demás. El exceso de confianza como operador nos permite creer que somos superiores en nuestras operaciones. En última instancia, esto conduce a la arrogancia y a una mala toma de decisiones. No importa si se trata de un exceso de confianza sobre cuándo operar, qué operar o cómo operar con un producto concreto.
Todo esto puede llevarnos a operar más de lo que deberíamos, a mantener a los perdedores más tiempo del debido o a relajar nuestra política de gestión del riesgo. Por supuesto, todo esto conlleva pérdidas de capital.
¿Y ahora qué?
Vale, puede que te haya asustado. Puede que estés saltando entre sombras y cuestionando tus propias decisiones de trading, creyendo que tienes todas esas desventajas secretas y ocultas que no tenías hasta hace 10 minutos, pero no te preocupes. Los prejuicios no pueden evitarse por completo, pero podemos esforzarnos en cuestionar nuestras opiniones para tener más éxito. A veces basta con pararse un momento a pensar.
Para ayudarle en el camino, hemos creado una posible lista de comprobación para tomar mejores decisiones en sus operaciones.
Por tanto, deténgase, respire y hágase estas siete preguntas antes de realizar su próxima operación.
1. ¿Por qué acepto esta operación?
2. ¿Qué tan sólidas son las pruebas que respaldan mi decisión de operar?
3. ¿Podría estar pasando algo por alto?
4. ¿Existen pruebas para considerar el lado opuesto?
5. ¿Ha influido en mi decisión la actualidad de la información que he obtenido? En caso afirmativo, ¿cuánto?
6. ¿Esta operación sigue el consenso de la multitud? Si es así, ¿es algo bueno?
7. Si no se aplica ninguna de las preguntas anteriores, ¿podría haber algún otro sesgo en juego?