Las cifras clave que hay que valorar al comprar una acción son las siguientes:
- Relación precio/beneficios
- Rendimiento de los dividendos
- Apalancamiento
- Crecimiento de los beneficios por acción
A la hora de evaluar las métricas financieras de una empresa, hay dos formas importantes de verlas
1) evaluar las métricas de forma independiente, en relación con la propia empresa y su historia, y 2) comparar las métricas con las de otras empresas.
Relación precio/beneficios (PE)
Hay variaciones en los ratios que comparan los ingresos de una empresa con su valor. Sin embargo, la relación entre el precio y los beneficios es la medida más utilizada.
La fórmula de esta proporción es:
Precio de la acción / Beneficio por acción
El beneficio por acción (BPA) se calcula dividiendo el beneficio neto (ganancias) de una empresa entre el número de acciones de la misma. En esencia, la relación precio-beneficio indica la cantidad de dinero que un inversor puede esperar invertir en una empresa para recibir un dólar de los beneficios de esa empresa.
Si una empresa cotiza actualmente a un PER de 20, significa que un inversor está dispuesto a pagar 20 dólares por 1 dólar de beneficios.
El PER más utilizado por los analistas es el “PER a un año vista”, que utiliza los beneficios estimados para el año siguiente para valorar la empresa, ya que los precios de las acciones están orientados al futuro (en lugar de utilizar las cifras históricas de beneficios). En general, un PE elevado sugiere que una acción es cara y que los inversores pueden estar esperando un elevado crecimiento de los beneficios en el futuro. Un PE bajo puede sugerir que la acción está barata o infravalorada. Aunque a menudo hay razones para un PE bajo y los inversores deben analizar los factores subyacentes de un múltiplo PE antes de sacar conclusiones.
Rendimiento de los dividendos
La rentabilidad por dividendo mide los ingresos percibidos por la tenencia de una acción y, en general, una mayor rentabilidad por dividendo indica que una acción puede ser más “barata” y cotizar con una valoración más baja.
Dividendos por acción / Precio de la acción
Los dividendos por acción (DPS) se calculan dividiendo los dividendos totales de una empresa entre el número de acciones de la misma. La rentabilidad por dividendo de una acción se expresa en porcentaje y es una medida de los ingresos que recibirá un inversor por mantener una acción (en forma de dividendos). Al igual que ocurre con el PE, los analistas suelen centrarse en los dividendos para el año siguiente, ya que a los inversores les interesa saber cuántos ingresos podrían esperar recibir para el año siguiente si compraran la acción. Una mayor rentabilidad por dividendo suele hacer que la acción resulte más atractiva para los inversores, especialmente para los que buscan ingresos.
Deuda sobre fondos propios (apalancamiento)
La relación entre la deuda y los fondos propios es una evaluación del riesgo de la empresa que analiza el nivel de deuda de la empresa en relación con sus fondos propios, y es una medida de la probabilidad de que la empresa se encuentre en dificultades financieras (y, en última instancia, en quiebra).
Pasivo total / Fondos propios
El ratio proporciona una indicación general de la relación entre el patrimonio neto y el pasivo de una empresa, y algunas variaciones de la fórmula utilizan las obligaciones de deuda netas en lugar del pasivo total. En general, un ratio más alto significa que la empresa es más arriesgada, mientras que un ratio de apalancamiento más bajo indica que la empresa es más segura y puede ser más conservadora.
Crecimiento de los beneficios por acción (Crecimiento BPA)
Como ya se ha mencionado, el beneficio por acción (BPA) se calcula dividiendo el beneficio neto (ganancias) de una empresa entre el número de acciones de la misma. De ahí que los analistas suelan interesarse no sólo por el BPA del año en curso, sino también por el BPA del año anterior. Por ejemplo, podemos saber que aunque una empresa experimente una baja rentabilidad en 2019, será temporal y en 2020 los beneficios crecerán con fuerza. Estas consideraciones serán tenidas en cuenta por los inversores y se reflejarán en los precios de las acciones.