- Los indicadores económicos como el PIB del 1T y el deflactor del PCE básico de marzo afectarán al dólar estadounidense y a los valores tecnológicos.
- Las políticas divergentes de los bancos centrales, especialmente entre la Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra, podrían afectar a los mercados de divisas y de renta variable.
Los próximos indicadores económicos clave podrían reforzar la fortaleza del dólar estadounidense y la debilidad de las acciones durante la próxima semana. La publicación el jueves del producto interior bruto del primer trimestre y la revelación el viernes de la inflación subyacente del PCE de marzo, el indicador de inflación preferido de la Reserva Federal, son los acontecimientos más esperados.
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En cuanto al PCE subyacente, los analistas esperan un repunte del 0.3% sobre una base desestacionalizada, lo que reduciría la cifra a 12 meses al 2.6% desde el 2.8% anterior. Aunque este cambio sugiere un modesto avance en la dirección correcta, subraya el persistente reto de contener las presiones inflacionistas.
Los inversores podrían interpretarlo como una señal de que la economía sigue funcionando a pleno rendimiento. Este escenario podría favorecer un enfoque cauteloso por parte de la Reserva Federal, posiblemente retrasando cualquier recorte de tasas. Mientras tanto, homólogos como el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra parecen inclinarse por adoptar políticas más acomodaticias. Las perspectivas divergentes entre estos grandes bancos centrales podrían repercutir inevitablemente en los mercados de divisas y de renta variable.
Hablando de mercados bursátiles, los operadores se preparan para la que quizá sea la semana de resultados más ajetreada del calendario, especialmente con la presentación de informes de grandes empresas tecnológicas como Alphabet, Amazon, Microsoft y Meta. Además, la atención se centrará en empresas como Visa, Tesla, Lockheed Martin, IBM, Boeing, Intel, Exxon Mobil, AbbVie y Spotify.
