- Los precios del oro y la plata se ven muy afectados por la demanda
- Al estar muy extendido como producto de inversión, el oro puede actuar en contra de la tendencia económica general
- La plata suele ser más sensible a los efectos macroeconómicos
El oro y la plata son dos de los materiales más antiguos utilizados como moneda en el mundo y actualmente son muy populares en el mundo del comercio.
Los metales preciosos siempre han estado en el centro del comercio de materias primas, siendo el oro el metal más utilizado para este fin. Muchos inversores que buscan diversificar su cartera lo hacen colocando parte de su patrimonio en estos metales.
Tanto la plata como el oro son muy demandados por la industria electrónica debido a sus propiedades conductoras. Además, son muy resistentes y maleables, lo que permite fabricar joyas y otros accesorios.
Las normas aplicables a la compraventa de oro y plata son bastante similares. No son inmunes a la ley de la oferta y la demanda. Al ser recursos finitos, sus precios se ven muy afectados por la demanda, sobre todo de las industrias que los utilizan para diversos fines.
Dónde están las diferencias
Tanto el oro como la plata pueden negociarse mediante CFD (contrato por diferencias). Los analistas creen que estas alternativas son una forma más práctica de acceder al valor potencial de estos metales preciosos frente a la propiedad directa, que puede requerir acuerdos especializados de cámaras acorazadas y custodia, así como otros problemas de seguridad y seguros.
Como ya se ha mencionado, los precios del oro y la plata se ven muy afectados por la demanda. Estos metales preciosos tienen usos industriales y su demanda por parte del sector manufacturero dependerá del estado actual y de las expectativas futuras de la economía en general. Sin embargo, al estar muy extendido como producto de inversión, el oro puede actuar en contra de la tendencia económica general.
Cuando las acciones y las divisas caen o el mercado se enfrenta a un periodo prolongado de incertidumbre, el precio del oro puede subir. Por el contrario, cuando la bolsa registra buenos resultados y el mercado tiene un mayor apetito por el riesgo, los precios del oro pueden bajar, ya que los inversores optan por comprar otros activos.
En general, la plata es más susceptible a los impactos macroeconómicos. Como la mitad de la plata producida se utiliza en la industria pesada y la alta tecnología, es más sensible a los cambios económicos que el oro. Cuando las economías se calientan, la demanda de plata tiende a crecer.
Otro factor que diferencia a estos metales entre sí es su volatilidad. Se considera que el precio de la plata es dos o tres veces más volátil que el del oro, por lo que es más arriesgado incluirlo en una cartera que el oro. Sin embargo, esta volatilidad puede traducirse en mayores ganancias a corto plazo.
Por lo general, la plata es más barata que el oro. A pesar de ello, el oro se considera un diversificador más eficaz de una cartera, ya que está sistemáticamente descorrelacionado con las acciones y, tradicionalmente, ha tenido correlaciones muy bajas con otras clases de activos importantes.