- Las acciones estadounidenses experimentaron su peor día desde 2022, con caídas significativas en el SP 500, el Nasdaq y el Promedio Industrial Dow Jones, impulsadas por descensos sectoriales generalizados.
- La agitación del mercado se vio influida por el temor a que la Reserva Federal se retrasara en el recorte de los tasas de interés, a que se deshiciera el carry trade del yen y a que la Regla Sahm indicara una posible recesión.
La renta variable estadounidense acaba de experimentar su peor día desde 2022, con el SP 500 cayendo un 3.0%, el Nasdaq un 3.4% y el Promedio Industrial Dow Jones desplomándose 1033 puntos. Todos los sectores de EE.UU. sufrieron descensos, y los valores tecnológicos de gran capitalización obtuvieron resultados especialmente malos. En particular, NVIDIA sufrió una fuerte caída del 15% durante la jornada, aunque consiguió “recuperarse”, terminando con un descenso del 6.4%.
Algunos han pedido una bajada de tipos de emergencia por parte de la Fed, pero esto es poco probable, ya que este acontecimiento, tal y como está, no es una amenaza existencial para los mercados. Es sólo una gran venta masiva.
¿Salieron bien paradas las acciones estadounidenses?
Antes de la sesión estadounidense, la bolsa japonesa experimentó su mayor caída desde el Lunes Negro de Wall Street en 1987, alimentando el temor a una inestabilidad generalizada del mercado.
A pesar de la fuerte liquidación, el PMI de servicios del ISM supuso cierto alivio, ya que indicó un repunte más fuerte en el sector servicios, lo que ayudó a aliviar en cierta medida las preocupaciones de los inversores. Los activos de mayor riesgo, como el Bitcoin, no se salvaron, desplomándose desde casi 62.000 $ el viernes a unos 54.000 $ el lunes.
Entre los factores que contribuyen a la agitación de los mercados se encuentran el temor a que la Reserva Federal se retrase en la reducción de los tipos de interés, la posible reversión del carry trade del yen y la regla de Sahm que señala el inicio de una recesión.
Esta norma señala el inicio de una recesión cuando la tasa media de desempleo de tres meses aumenta 0.5 puntos porcentuales o más por encima de su punto más bajo del año pasado. El umbral se superó recientemente cuando la tasa de desempleo subió al 4.3%.