- El índice de precios al consumo (IPC) de Australia publicado ayer podría haber hecho más interesante la negociación previa a esta decisión.
- El Banco de la Reserva de Australia sería uno de los pocos bancos centrales que siguen subiendo tasas, lo que podría dar alas a los alcistas del dólar australiano.
Quedan dos semanas para que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) decida si promulga otra subida de tasas (el 7 de noviembre). Además, el índice de precios al consumo (IPC) de Australia publicado ayer podría haber hecho más interesante la negociación en vísperas de esta decisión.
Las cifras del IPC muestran un aumento trimestral de la inflación del 1,2% y un incremento anual del 5,4%, lo que aumenta la presión sobre el RBA para que considere otra subida de las tasas de interés. Pero, ¿existe realmente la convicción de ir más de excursión?
La recién nombrada gobernadora del RBA, Michele Bullock, lanzó ayer un mensaje contundente durante su intervención pública, advirtiendo de que el banco no dudará en subir las tasas de interés si la inflación no se comporta.
El Commonwealth Bank of Australia y ANZ han revisado ahora su opinión sobre la pausa de las tasas. Ambos ven ahora una subida del 0,25% en noviembre. Asimismo, los operadores prevén un 65% de probabilidades de subida de tasas el mes que viene.
El Banco de la Reserva de Australia sería uno de los pocos bancos centrales que siguen subiendo tasas, lo que podría dar alas a los alcistas del dólar australiano (los mercados creen que tanto la Reserva Federal de EE.UU. como el Banco Central Europeo han dejado de subir tasas).
Tras unos datos de inflación superiores a los previstos, el dólar australiano se apreció hacia una fuerte resistencia en 0,63995, alcanzando sus niveles más altos en casi dos semanas. Sin embargo, los vendedores entraron en el mercado, y desde entonces han empujado al par por debajo de donde comenzó ayer, manteniendo intacta su trayectoria bajista a largo plazo.